Desde hace años, cuando llega la vuelta al trabajo tras las vacaciones, parece que es obligatorio mencionar la depresión post vacacional en cualquier conversación: el primer día de trabajo, en el reencuentro con los amigos…
Pero, ¿es real o nos lo hemos inventado?
Si consultamos los comités de expertos internacionales, así como los manuales de diagnóstico que se utilizan en salud mental, no existe.
Pero, a pesar de que no esté reconocido por los expertos, no implica que en esta época, no surja cierto malestar provocado en torno a la vuelta al trabajo, rutinas y responsabilidades diarias.
Según la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, “las molestias físicas y psíquicas que muchas personas experimentan al acabarse las vacaciones pueden aparecer a cualquier edad, incluida la infantil. Afecta al 5-8% de los niños y al 20% de los adultos”.
Si los niños también son objeto de este malestar, ya no es al trabajo, sino que, a lo que hacemos referencia cuando hablamos de “depresión post vacacional” es a un conjunto de síntomas, tales como apatía cansancio y poca motivación, que podemos sentir cuando volvemos a “la vida real”. Lo que estamos haciendo es adaptarnos de nuevo a nuestro día a día.
Por lo tanto, el Síndrome Post Vacacional si es un mito, pero es normal que todos tengamos más apatía y menos ganas de hacer cosas que en el resto del año.
¿Nuestro consejo? ¡¡Plantéate nuevos objetivos y retos para cumplir durante este nuevo “curso” y cúmplelos antes de las próximas vacaciones!! ¡Es una buena forma de entrar en la rutina y de motivarte para conseguirlos!